S. es tímido como una ardilla
y un hombre solitario sin silla
S. entro en mi vida de puntilla
y salio como solo hacen los que tienen vidilla
Le conocí por casualidad
en una popular ciudad
y nos hicimos amigos
de las momentos de casualidad
Ahora navego entre dos mares
la posibilidad de las lejanas estares
y la cercanía de los placeres
No me dijo ni una palabra
pero me miro a los ojos por palabra
y aun hoy le veo sonrojarse
y de vez en cuando sonar se la nariz
y no creo que fuese un desliz
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